viernes, 4 de julio de 2014

Pretty Little Liars 5x04

La quinta temporada de las pequeñas mentirosas parece estar forzando a los fans a ser pacientes como nunca antes en la serie. Esta semana hemos tenido un capítulo donde las tensiones abundan, y, como siempre, no lo hacen las respuestas. Si aún no lo has visto, cuidado con los 'spoilers' que vienen a continuación.

Parece que no sólo yo estoy sufriendo un poco por la vuelta de Ali (Sasha Pieterse), porque las demás mentirosas parece que se están volviendo un poco locas por su presencia. Allison parece que sigue siendo la líder no oficial del grupo, pero ¿acaso se cree que volviendo de la nada seguirá siendo amiguísima de todas? Si el grupo anti-Ali del colegio (hablaremos de ello enseguida) no se ha olvidado aún no de nada, sino más bien lo contrario, entonces, ¿cómo es que éstas parecen obligadas a estar felices por la vuelta de su supuesta "amiga"? Por lo menos estamos viendo reacciones más naturales, tensión entre ellas, y algún que otro momento de no poder aguantar más (como la atormentada Hanna (Ashley Benson).)

Como ya vimos en el capítulo anterior, las acciones de Ali han tenido consecuencias, y por fin hasta ella se está dando cuenta, reaccionando de una forma que nos hace dudad de si sabemos todo lo que le ha ocurrido en ese tiempo desaparecida, y de cómo reaccionará cuando se de cuenta de que no controla todo lo que ocurre a su alrededor. Parece que las demás mentirosas siguen bajo su custodia, pero, ¿por cuánto tiempo? Cada una tiene sus propios dilemas y problemas con los que lidiar: Emily (Shay Mitchell) sigue en amistad-pelea con la pesada de Paige (Lindsey Shaw) (quién, a su favor, está mejorando muchísimo más como personaje al no rebajarse al nivel de Mona (Janel Parrish) y, de alguna forma, enfrentarse a ella - "¿Alguna vez te paras a pensar cuándo te convertiste en aquello que temes?" #applause); Spencer (Troian Bellisario) está sumida en un constante drama familiar que ni las películas de verano de las cuatrode la tarde; y Aria (Lucy Hale), pobre y desconcertante Aria… sufriendo de paranoia y estrés continuo tras lo ocurrido en Nueva York. Por un lado me alegro mucho de esta muestra inalterada de emoción genuina que estamos teniendo últimamente, porque, pese a todo lo sufrido, son todas adolescentes y están un poco perdidas en el mundo de por sí, así hacer que se derrumben de vez en cuando es realista y bienvenido (sí, Spencer, te miro a ti, que por fin sueltas alguna lagrimilla y no por locura.)


Pero lo que están tardando en darse cuenta las chicas es que están en estos momentos de tormento y constante tensión por culpa de Ali. Para que Aria pase página debe hacer más que ir a confesarle todos sus secretos a su ex-amor Ezra (Ian Harding), porque, recordemos, no es el ejemplo de persona de confianza. Gran parte del capítulo se lo dedican a comentar, de forma ominosa y algo trágica, sobre los "monstruos" con los que tienen que vivir. Alison ha cambiado y no parece el peor monstruo de la serie ahora mismo, pero, aparte de los monstruos metafóricos que tienen cada una, parece que ella sigue siendo el peor monstruo con el que lidiar para algunos. El equipo Mona ya está en acción y preparados para la vuelta de Ali, pero aún así - ¿quién es el peor monstruo? ¿Se necesita de verdad una muchedumbre iracunda para destronar a una antigua 'bully'? ¿O es sólo que ahora esos ex-pardillos con mejor pelo que hace dos años se sienten superiores y dignos de contraatacar? La pregunta de Paige es muy relevante: ¿se van a convertir en Ali cuando lo que quieren es derrotarla? Por lo que llevamos de temporada, diría que Alison ya ha sido destronada, pero su trono no ha sido cubierto por nadie y hay un vacío que parecen querer rellenar. Pero no sé si esta es la mejor forma, sobre todo porque ella, ahora mismo, está asustada y sin control sobre su situación. Pero, quién sabe, igual se está convirtiendo en otro tipo de monstruo, alguien que necesita la atención de sus amigas de otra forma - que éstas mientan por ella (la grabación en el médico no puede probar más su paranoia), y que sufran el horror de vivir entre esas mentiras.

Me encanta que se estén dando tiempo, poco a poco, que traer a Alison de vuelta no ha resuelto ninguno de sus problemas, quizás porque el origen de todos ellos era ella desde un principio. Nunca antes en esta serie se había palpado la necesidad comunal de dejar de mentir tanto como en este capítulo, pero es que, semana tras semana, están construyendo su propio camino hacia el caos total cuando empezó todo con buenas intenciones. Han matado a 'A' (supuestamente, y bueno, no fastidiemos, ¿en serio creen que ya es el fin de 'A'?) y Ali está de vuelta, todo debería volver a la normalidad. Y sin embargo, el señor Hastings cada día tiene más cara de sociópata asesino (mmm ¿esas medicinas?), Hanna cada día aguanta más el drama que la rodea, y Aria no mejora con respecto a su estrés-culpa-odio propio-post-traumático. Y es por esto que, pese a la falta absoluta de información que avance la trama de esta temporada, me ha gustado el capítulo, repleto de evolución de los personajes. Eso sí, menos charla existencial sobre monstruos y más acción, ¿no?


¡Ah! Y, ¿en serio le parece a Ali mala idea irse de Rosewood? No sé qué población tendrán en ese pueblo, pero desde luego disminuye con una rapidez asombrosa a base de ASESINATOS, así que no entiendo. Y elexamen médico de Ali se lo hacen ¿como tres días después de que la rescaten? En ese tiempo la cicatriz esa se la podría haber hecho en su casa tranquilita, vamos. ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¡Comentadme vuestras teorías! ¡Os dejo con la promo del próximo capítulo!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario