Ha vuelto ‘True Blood’ para darnos su última temporada, la séptima

No vamos a fingir que queremos que siga, a la serie de vampiros de HBO le tocaba terminar más pronto que tarde, teniendo en cuenta que siete años son muchos y que sin haber empezado con un “cast” especialmente joven, la edad estaba haciendo estragos en algunos de los actores.
Nos quedamos la temporada pasado algo desconcertados con el final que más que un final de temporada, parecía una “midseason”: terminado el rollo de Bill Compton (Stephen Moyer) siendo Dios, de una manera algo desconcertante, con el virus vampiro entre nosotros, Eric (Alexander Skarsgard) en M.I.A y Sookie (Anna Paquin) y Alcide (Joe Manganiello) enamorados.

Como ya hemos dicho muchas veces en nuestros posts y como hablamos hace poco con ‘The 100’, ¿desde cuándo matan a un protagonista sin dejarnos verlo? Además, ¿no hubiera sentido algo Pam si Tara hubiera muerto?
Todo el pueblo –que nunca nos ha importado realmente- odia a Sookie y a los vampiros, pero en vez de rechazar a los vampiros de su vida, culpan a Sookie y le hacen estallar para dejarnos un final de capítulo con discurso emotivo que no da tanto de sí como quieren hacernos creer.
Ha sido un comienzo de temporada decepcionante, aunque no queramos que así sea y aunque hayamos visto tetas, culos y abdominales como nos gusta. Al final la carne no compra al espectador inteligente, y aunque la HBO lo sabe, no ha hecho un buen balance total del episodio.
¿Cómo es la situación actual de los personajes?
Eric en paradero desconocido y todos (nosotros incluidos) echándole de menos, al menos sabemos que muerto no está. Pam (Kristin Bauervan Straten) está recorriendo el mundo en su busca, arriesgando su vida e incluso ¿desperdiciándola? ¿Quiere Eric ser encontrado?

Los avances nos muestran a una Holly bastante maltratada, pero en EEUU resulta impensable que vayan a dejar a los hijos de ambas mujeres desamparados. Así como nadie se carga a una embarazada.
La extraña pareja o desconcertante trío formado por Bill, Alcide y Sookie, quieren hacer de héroes. Y no sabemos dónde se depositan realmente las lealtades de cada uno, porque bien que dejó Alcide a Sookie para perseguir a los vampiros infectados, antes de saber que en breve desaparecerían todos. ¿Confiaba en que Bill la protegiera o se olvidó de ella? Ahora que sabemos que internamente le echa la culpa de todo lo que está ocurriendo, no puedo evitar preguntarme cómo terminarán las parejas al terminar esta preciosa serie.

En un segundo o tercer plano, la relación entre Jessica (Deborah Ann Woll) y dos factores: el hada adolescente Bellefleur (Bailey Noble), cuyo propósito en esta serie todavía no he entendido, y su novio (Nathan Parsons), que a su vez nos cuenta su pasado en un momento de conexión extraña con Lafayette.
En definitiva, ni mucho ni poco ni suficiente ni demasiado. No sabemos qué esperar con un comienzo tan difuso como ha sido este. La trama, suponemos, será los vampiros infectados y lo que será el mundo, pero ¿cómo están encaminando ya esta última temporada para que acabe por todo lo alto?
Tenemos esperanza, pero quizás no tanta como deberíamos. Confiamos en el buen juicio de los productores de cara a lo que viene y rezamos porque no nos decepcionen.
Hagamos recuento:
- Un culo
- Dos pares de tetas
- Los brazos de Alcide (que cuentan a parte)
- Incontables "fucks"
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